Los de José Romero tardaron un rato en acomodarse y complicaron con la velocidad de Sebastián Ereros. A los 28 minutos encontraron de manera sorpresiva el gol, tras un tiro de esquina desde la izquierda que fue desviado por un cabezazo y empujado por Eduardo Domínguez.
A partir del tanto, el trámite de juego se hizo más parejo. El Albo tuvo una chance inmejorable para estirar la diferencia -Sebastián Grazzini intentó picarla cuando estaba mano a mano y la tiró afuera- y Rodrigo Braña, luego de un centro de Gabriel Mercado, lo empató de cabeza en la última jugada.
Los primeros instantes de complemento mostraron, como en el inicio del encuentro, a un Estudiantes agresivo y protagonista. El León estuvo muy cerca de adelantarse en la primera acción, pero Nicolás Cambiasso rechazó con su cara un bombazo del Chapu que tenía destino de gol.
Enseguida, cuando el reloj marcaba cuatro minutos de la segunda mitad, Grazzini se desquitó por la chance marrada y marcó un verdadero golazo. El mediocampista llegó hasta la puerta del área y metió una vaselina por sobre Agustín Orión que bajó en el momento justo y se incrustó en el arco.
No fue la tarde del Pincha y quedó demostrado con el bombazo de Enzo Pérez que reventó el travesaño y la lesión de Juan Sebastián Verón, quien se retiró con un esguince de tobillo derecho que, por lo menos, lo dejará afuera de la revancha del miércoles con Newell´s. Después no pasó mucho más: el local pudo haberlo liquidado y la visita no pudo igualarlo en la embestida final.
El triunfo desató una fiesta en Floresta, donde los hinchas de All Boys sueñan con quedarse en Primera División. En Estudiantes se cerró una semana negra, en la que cayó ante Newell´s por la Copa Sudamericana y se quedó sin la punta en el certamen local (tiene un partido pendiente contra Gimnasia).
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