Con una muestra de solidez y aunque sin brillo , Vélez consiguió este viernes el triunfo que necesitaba ante Quilmes para volver a festejar como visitante y seguir sin agrandar la brecha con Estudiantes, del que lo separan dos puntos con un partido más y el que será su adversario en la próxima fecha. Fue 2-0 en el Sur, en un encuentro algo chato en el que primaron las fortalezas del Fortín por sobre las intenciones de un Cervecero que aún no ganó en el campeonato, ocupa el último lugar de la clasificación y los promedios y encima se quedó sin técnico: al salir de los vestuarios, Hugo Tocalli anunció que abandonó el cargo.
El primer tiempo transcurrió dentro de lo esperable. Primero, la visita intentó complicar con su potencia ofensiva y la gravitación de los distintosMaximiliano Moralez y Juan Manuel Martínez, pero con el correr de los minutos el dueño de casa ensambló mejor su línea media y de fondo y le cerró los espacios a los ligeritos. Moralez había sido el primero en avisar con un remate desviado desde afuera del área, y Augusto Fernández desperdició su chance con una media vuelta sin puntería.
Cuando el conjunto del saliente Tocalli logró neutralizar los ímpetus de los de Ricardo Gareca, mejoraron su participación Charles Aránguiz y Santiago Hirsig, aunque Juan José Morales no conseguía pelotas limpias para acercarse con seriedad. Pero esa superioridad técnica del Fortín estaba latente, hasta que a los 38 minutos sirvió para desnivelar. Moralez ejecutó un tiro de esquina desde la derecha, Santiago Silva cabeceó suelto en el corazón del área, Emanuel Trípodi se equivocó y la dejó servida de rebote y el Burrito cabeceó de nuevo y a la red para erigirse como el goleador del Apertura.
En el segundo tiempo, Vélez quiso empezar manejando los tiempos, pero le faltó oficio como para no pasar sobresaltos. Entre Enzo Kalinski y Aranguiz manejaron la pelota en tres cuartos de cancha y un Miguel Caneo en ascenso se perdió una oportunidad increíble cuando disparó solo frente a Marcelo Barovero, la pelota le pegó en la pierna al arquero, nuevamente en la cabeza al cervecero y se fue alta.
Sin embargo, a medida que avanzó el desarrollo, el Fortín se dio cuenta de que el negocio no era conformarse. Se adelantó de nuevo y, con más espacios por las intenciones locales , Silva quedó en situación de gol con un disparo en solitario desde la derecha y un mano a mano que le ahogó Emanuel Trípodi. En el medio, Caneo derrochó otra de cabeza.
Hasta que, a los 38, nuevamente un embate de los de Liniers fue mortal. Martínez la abrió hacia la derecha para Silva, que apareció solo, se frenó para desairar a un defensor y la empaló para que el balón entrara por el segundo palo tras pegar en el poste. El ingresado Héctor Canteros la empujó al final , pero la pelota ya había superado la línea de cal. Era un golazo que arrasaba con cualquier vestigio de suspenso que podía quedar en el marcador.
Y no pasó nada más. Vélez ya abrazaba los tres puntos que le aseguraba seguir con chances y se sentaba a disfrutar del resto de la fecha, esperando que le dé una mano su víctima de la fecha pasada: Colón, el rival del Pincha.
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